¡Como si fueran pocos los temas que nos tienen en inquietud e incertidumbre, esta semana se agregó un debate que es el de si tenemos que usar tapabocas, o no!!!… y allí salieron los políticos, periodistas y “opinólogos” con diferentes expresiones que fueron desde lo más sensible y coherente, hasta lo más contradictorio y ridículo.

Ya sabemos muy bien que “parar el mundo” o “encerrarnos” por completo no es la solución para enfrentar la pandemia, y también sabemos que aún estamos expuestos a la amenaza del virus. Por lo tanto, aunque hay datos y estadísticas que traen optimismo (menor cantidad de casos, mayor población vacunada, etc.), todavía necesitamos de algunos cuidados fundamentales.

El tema “tapabocas”, aunque pueda parecer algo mínimo para algunos, pone de manifiesto un fenómeno común en toda experiencia humana, que es la de la doble necesidad que cada uno de nosotros tiene: cuidarnos, y a la vez, desarrollarnos.

Entonces, cuando hablamos del «tapabocas» no estamos sólo conectados con lo referido al coronavirus, sino con algo más profundo que estuvo y estará presente en todas las dimensiones de la experiencia humana (en lo físico, en lo emocional, en lo social y en lo espiritual).

Recuerdo que, una amiga mía solía decir: “hoy estoy caracol para adentro”… y en otros momentos, “hoy estoy caracol para afuera”. Ésta era la manera de expresar cómo se sentía, y qué podíamos esperar de ella en ese día. Para ella, la cuestión era el encierro, o la plena extroversión.

Esta metáfora (la del caracol), me parece una manera excelente de expresar las sensaciones que tenemos muchas veces las personas. El problema es que, si todas nuestras experiencias las vivimos de modo tan polarizado, no hay lugar para atender los dos aspectos al mismo tiempo.

Para vivir en plenitud es importante atender la necesidad de cuidado, al mismo tiempo movilizarnos para desarrollarnos en todo nuestro potencial. Estas dos, casi nunca deben ir separadas.

Entonces ¿qué es necesario hacer para poder enfrentar cada una de las diferentes circunstancias a las que estamos expuestos en nuestra vida?… ¿se tratará de ser impulsivamente activo negando la existencia de riesgos y “saliendo” de cualquier manera y a cualquier costo?, o ¿se tratará de quedarnos inactivos esperando que en algún momento se den las circunstancias ideales para, recién allí, poder vivir en plenitud?

El Señor Jesucristo dice: “Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.” (S. Juan 16:33)

Ésta es una clara invitación a confiar de un modo profundo en la experiencia de estar unidos a él para afrontar con valor cualquier circunstancia. Estar unidos a él, no nos garantiza que no vamos a tener riesgos o que no vamos a sufrir aflicción, sino que nos garantiza paz por su victoria.

Por eso, hoy quisiera compartirte el consejo de Efesios 6:10-17 para que nos acompañe durante esta semana: “Busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible (…), tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y (…) manténganse firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud. Estén siempre listos para salir a anunciar el mensaje de la paz. Sobre todo, que su fe sea el escudo que los libre de las flechas encendidas del maligno. Que la salvación sea el casco que proteja su cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que les da el Espíritu Santo.” (vs.10-17)

Si vamos a salir, sea lo que sea que tengamos que hacer, con o sin tapabocas, no nos olvidemos de tomar las herramientas del Señor para poder enfrentar todas nuestras circunstancias en seguridad y victoria.

Te mando un fuerte abrazo.

Sergio Daniel López