Iglesia Evangélica Bautista de Flores

Reflexiones

SOY TAN LIMITADO…

Reflexiones breves de inicio de semana

Por Sergio Daniel López

lunes 14 de noviembre de 2022

Hay una cualidad que se repite bastante en las historias aquellos que fueron elegidos por Dios para llevar a cabo tareas de gran envergadura, y es que cuando Dios llamaba a estos hombres y les presentaba una misión, cada uno de ellos expresaba su propia incapacidad personal.

Cualquiera que lee estas historias podría rápidamente juzgar a esas personas por perezosas, miedosas, cobardes, o simplemente describirles como poseedoras de una muy baja auto estima.

Sin embargo, en casi todos los casos, no se trataba de un fenómeno de auto desvalorización, ni tampoco de una falta de disposición a servir a Dios, sino que la mayoría de ellos eran conscientes de la distancia entre sus recursos personales y la magnitud de la tarea encomendada.

Por ejemplo, cuando Dios elige a Moisés para liderar la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, Moisés responde: “Por favor, Señor, nunca he sido hombre elocuente. Ni ayer ni en tiempos pasados, ni aun después de que has hablado a Tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.”  

Fíjate que Dios le estaba delegando una de las misiones diplomáticas más difíciles de la historia de la humanidad a un hombre de pocas palabras quien, además, era tartamudo… ¡A simple vista, hasta podría parecer que Dios se estaba burlando de Moisés! ¿Cómo se le ocurre elegir un negociador tan incapaz???… ¿De qué otro modo podría sentirse este hombre que no sea incompetente y totalmente inútil?

Sin embargo, conocemos que esa misión fue asumida por Moisés, y llevada a cabo con un éxito contundente, porque su realización no estaba condicionada a la incompetencia de Moisés, sino que era totalmente dependiente de poder de Dios actuando en la propia vida de Moisés y en las circunstancias.

Del mismo modo que sucedió con muchos célebres personajes bíblicos, Dios tiene propuestas para cada uno de nosotros que son mucho más que estudiar, trabajar, reproducirnos y envejecer tratando de pasarla lo mejor posible.

Son propósitos grandes y trascendentes, que no se limitan a nuestras cualidades personales, sino que se potencian a partir de la disponibilidad que nosotros tenemos para que él nos instruya, dirija y acompañe.

Por esto, independientemente de cuán incapaz te creas o de cuán limitado te sientas, siempre es un momento adecuado para acercarte al Señor con confianza y preguntar: ¿qué tienes para mí?… ¿qué quieres que yo haga?…

Seguramente escucharás su voz en la respuesta que le da a Jeremías: «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones» … «No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte». Lo afirma el Señor.” (Jeremías 1.5, 7 y 8).

Te mando un fuerte abrazo.

Sergio.