Reflexiones
¡PERO NO TE PREOCUPES!!!
Reflexiones breves de inicio de semana
Por Sergio Daniel López
¿Alguna vez te dijeron: ‘¡pero no te preocupes!’, mientras estabas transitando por alguna situación en la que se te hacía imposible estar tranquilo?
Yo no sé cómo te impacta esto a vos, pero la mayoría de las veces que alguien me lo dijo a mí, lo único que me causó fue enojo. No puedo sentirme tranquilo cuando no lo estoy, no puedo no tener miedo cuando lo tengo, ni quedarme en calma cuando estoy inquieto. En definitiva, no podemos dejar de sentir lo que sentimos, a menos que encontremos “algo” que modifique las cosas de manera radical.
Entonces, ¿es posible vivir sin preocupaciones? Aparentemente, no. Sin embargo en la Biblia encontramos una receta que parece ser infalible.
Dice en Filipenses 4.6-7: “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.”
Te preguntarás: ¿Está diciendo que no me preocupe cuando estoy preocupado? …Cómo hago???
Bueno, la clave está en unas palabras medio escondidas en el texto. Fíjate que dice: “No se preocupen por nada, *en cambio…*”
Lo que el apóstol está proponiendo es elegir otro camino mejor, cambiar de circuito, de manera o modo de afrontar las circunstancias. Es optar desde el principio en recurrir a Dios: “…en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho…”
Y, tal como sucede siempre que cambiamos de camino, nuestro viaje comienza a ser diferente. El modo de transitar las circunstancias ya no será igual, porque cuando desde el inicio de un problema recurrimos a Dios, algo sobrenatural sucede.
Se modifica nuestra experiencia de manera radical. La preocupación va cediendo su espacio, y vamos progresivamente experimentando la paz de Dios, que es un tipo de sentimiento de tranquilidad, confianza y esperanza inentendible e inexplicable.
Si sentís preocupaciones, ¡no te quedes sólo preocupándote!!!… hace un cambio de circuito. Deja de correr detrás de las dificultades y pone tus circunstancias y problemas ante Dios. Vas a ver cómo “la paz de Dios cuidará tu corazón y tu mente”, y tu experiencia de preocupación y ansiedad será milagrosamente transformada en otra de plena paz y bienestar.
Te mando un abrazo.
Sergio