Iglesia Evangélica Bautista de Flores

Reflexiones

NAVIDAD CON JESÚS o “IATROGENIA ESPIRITUAL”

Reflexiones breves de inicio de semana

Por Sergio Daniel López

lunes 20 de diciembre de 2021

Durante esta semana, en momentos distintos, dos personas diferentes me expresaban su alegría por las notables mejorías en su estado de salud surgidas a partir del cambio de las medicaciones que respectivamente venían utilizando por sus diferentes enfermedades.

El primer caso es el de un muchacho que, al iniciar su tratamiento por una lesión en su columna, comenzó a experimentar síntomas extraños e inquietantes que no tenían aparente relación con su lesión.

Tomó el prospecto de la medicación que le habían recetado (“Yo siempre leo los prospectos”- me dijo en la charla) y al leerlo se encontró con que decía que estos síntomas que le habían aparecido a él también habían aparecido en algunos pocos casos como respuesta a la misma ingesta de la medicación. Al consultar a su médico, éste le sustituyo ese remedio por otro y todo quedó superado.

La segunda, una mujer con un problema dermatológico muy serio, me dijo que “sintió” que la crema que estaba usando no le estaba haciendo bien y que decidió cambiarla por otra.

En los dos casos, la mejoría fue inmediata, ya que ambos habían dado con el remedio más eficaz.

Uno de los riesgos que más desean evitar los profesionales de la salud (la medicina, la psicología, etc.) son los de carácter “iatrogénico”, esto es: los daños producidos como consecuencia de las mismas propuestas terapéuticas.

Obviamente que no es mi intención hacer ningún tipo de crítica a la ciencia o los profesionales de la salud, sino que pensaba en un sentido mucho más amplio, y en cuantas veces las personas “tomamos remedios equivocados” (caminos erróneos) para intentar satisfacer nuestras necesidades y para calmar nuestras dolencias, pero la insatisfacción y el dolor siguen allí, algunas veces silenciadas o invisibilizadas, y otras, haciéndose fuertemente presentes.

El mundo está lleno de propuestas para el bienestar y la vida plena, pero muchas de éstas, son ineficaces y algunas veces, hasta llegan a ser iatrogénicas, porque acaban causando un daño mayor que el que intentan aliviar.

La Biblia nos alerta acerca de esto. Dice en Proverbios 14.12: “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.”

Estamos en la semana previa a la Navidad y el mundo se dispone a la celebración de esta fiesta que tiene como centro (o debería tenerlo) la recordación de Jesucristo.

Dice el Dr. Charles Stanley que “El nacimiento de Jesús es el momento histórico en el cual Dios vino a la tierra en la persona de su Hijo amado, Jesús, para reconciliar consigo al hombre pecador mediante su muerte sustitutiva en la cruz”.

“Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él”. (S. Juan 3.16-17).

El remedio para los males profundos de la humanidad se encuentra en Jesucristo, y cualquier otro camino que tomemos que no lo incluya a él, es un camino que a la larga nos lleva a la experiencia de quedar excluidos de la comunión con Dios. Por esto mismo Jesús, aún hoy, nos sigue diciendo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (S. Juan 14.6). Nos invita a tomar por el camino que él nos abrió para reencontrarnos con la verdadera y eterna paz con Dios.

Deseo que en esta Navidad haya en nosotros una realidad nueva: Jesús presente y figura principal de nuestra celebración por la reconciliación que tenemos con Dios por medio de su obra. Esto es lo que realmente nos hará gozar de una MUY FELIZ NAVIDAD.

Te mando un fuerte abrazo.

Sergio Daniel López