Reflexiones
Maravilloso Contagio
Reflexiones breves de inicio de semana
Por Sergio Daniel López
Desde el lunes pasado comencé con una tos que creí consecuencia del impacto del aire acondicionado. Sin embargo, mi hija y mi esposa también tuvieron malestares diferentes y al testearnos se confirmó que los tres teníamos COVID.
No fuimos a ningún boliche, no tuvimos casamientos ni ninguna otra fiesta familiar, no anduvimos a los abrazos con los vecinos ni dejamos de usar barbijo en lugares públicos… simplemente nos contagiamos, y tal como casi todas las personas que conozco, no sabemos ni cómo, ni dónde.
Ya conocemos del gran poder de propagación de las nuevas variantes de coronavirus, y lo constatamos con la cantidad enorme de personas cercanas que a diario lo contraen; pero este fenómeno me llevó a pensar en un sentido particular.
Mira a tu alrededor, y fíjate cuántas cosas están siendo altamente contagiosas… El mal humor parece ser una ola que arrastra multitudes, la crítica de unos a otros parece no tener límites, la falta de interés por los otros es una constante, y la desesperanza respecto del futuro está presente en casi todas las personas. El resultado de esto es que nos vamos poniendo cada vez más encerrados en nosotros mismos, y cada vez nos cuesta más la vivencia del encuentro y los vínculos con los otros.
Pero hay otros fenómenos que podrían difundirse y transformar positivamente nuestras vidas y la de todos aquellos que se contagiarían.
Encontramos en Hebreos 10.23-25 una recomendación fundamental: “Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros…”
Este pasaje bíblico nos invita primeramente a no dejarnos contagiar por el desánimo, sino a llenarnos de la esperanza que tenemos en Jesucristo; y luego, a que estemos juntos y ocupándonos de la tarea de alentarnos unos a otros en la fe, estimulándonos a vivir en amor y acciones de bondad para con los demás. ¡Maravilloso contagio es el que prolifera con estas actitudes!!!
Mientras muchos están constantemente predicando desde el desánimo y la desesperanza, hay quienes con su aliento nos contagian a tener más fe, y a desarrollar un amor real y práctico.
¿Cuál es el rol que estamos asumiendo en nuestro trabajo, con nuestra familia y amigos, en la iglesia?; ¿Qué clase de contagio reciben quienes se acercan a vos?
Que en esta semana podamos renovarnos en la afirmación de nuestra esperanza en Jesucristo, y al acercarnos y estar juntos, una corriente estimulante de amor y buenas obras nos contagie por completo.
Les mando un fuerte abrazo.
Sergio