Iglesia Evangélica Bautista de Flores

Reflexiones

«HASTA AQUÍ LLEGÓ MI AMOR»

Reflexiones breves de inicio de semana

Por Sergio Daniel López

lunes 21 de marzo de 2022

¿Cuánto puede durar el amor?… si pensamos en el amor de pareja, hay quienes hacen votos de amor “hasta que la muerte los separe”, es decir un amor para toda la vida. Otros, solo se comprometen a amar mientras “pinte”, es decir mientras no haya tensiones, o no existan incomodidades de ningún tipo.

En otros vínculos, el amor podría llegar hasta el momento en que se genere algún tipo de traición o desgaste, y por eso existe esta frase que algunos utilizan con frecuencia: “hasta aquí llegó mi amor”

Esta es una manera de expresar que el amor que se ofrecía tiene un límite, y que hay una decisión de renuncia a seguir amando.

A lo largo de nuestra vida, así como vamos reconociendo la necesidad profunda que tenemos de poder amar y de ser amados, también se nos hace visible la realidad de la fragilidad del amor humano.

Probablemente hayas experimentado alguna vez el alejamiento y la desafectación de personas que en otro momento te amaron, como así también es posible que se haya debilitado o hasta desaparecido el amor que tuviste hacia alguien.

Es que el amor que conocemos entre las personas es un tipo de afecto que muchas veces es reactivo y dependiente de las circunstancias, lo que lo hace inconstante y volátil; pero no resulta del mismo modo cuando indagamos y reconocemos la cualidad del amor de Dios hacia nosotros.

Dice Jeremías 31.3 (NTV): “Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno. Con amor inagotable te acerqué a mí.”

En esta breve expresión, el profeta nos revela que: *1) Dios nos ama, 2) que nos ama “desde” y “hasta” siempre (“amor eterno”), 3) que nos ama con un amor que no se debilita, ni se agota; por lo cual, podemos estar seguros de que jamás escucharemos de boca de Dios un “hasta aquí llegó mi amor”, sino que su amor no se deteriora ni se debilita porque Él “es amor” (1 Juan 4.8; 4.16).

El amor es cualidad esencial de Dios, y no nos ama porque somos agradables, bondadosos, nobles, fieles, sino que nos amó y nos ama siempre.

Dice Romanos 5.8: “Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” Vale decir que su amor está presente independientemente de lo que somos y hacemos nosotros, pero tal como lo vemos al final del texto bíblico de Jeremías citado anteriormente, su amor tiene un objetivo claro que es acercarnos a Él.

Cuando reconocemos a Jesucristo como salvador y vivimos junto a él, entonces estamos posibilitados de recibir de manera plena de ese amor que siempre estuvo dispuesto para nosotros, y podemos estar tan seguros como el apóstol Pablo que decía: «¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!” (Romanos 8.39)

Que podamos estar tan cercanos a Dios que podamos gozar, en cada momento y para siempre, de los beneficios de su amor perfecto y eterno.

Te mando un fuerte abrazo.

Sergio.