Iglesia Evangélica Bautista de Flores

Reflexiones

COMENZÓ EL MUNDIAL

Reflexiones breves de inicio de semana

Por Sergio Daniel López

lunes 21 de noviembre de 2022

Durante esta semana se está dando el comienzo de una de las competencias deportivas de más trascendencia en todo el mundo: el “campeonato mundial de fútbol. Durante un mes, el pequeño territorio de Qatar será el centro de las miradas de todo el planeta. Los medios de comunicación y las conversaciones cotidianas cederán gran parte de sus espacios a lo referido a las diversas circunstancias en el desarrollo del “Mundial”.

Fanáticos apasionados, simples simpatizantes y hasta los menos interesados en fútbol serán afectados de alguna manera por este evento; pero nada es comparable a lo que vivirán aquellos 832 jugadores, que pasaron años preparándose para estar en óptimas condiciones y dar lo mejor de sí para alcanzar el trofeo anhelado.

Y como siempre, finalizado este campeonato, habrá un pequeño grupo de personas que se sentirán plenamente felices, satisfechos consigo mismos por la tarea realizada; muchos otros, se quedarán culpando a fenómenos externos por su propio fracaso, protestando contra los fallos de los árbitros, el comportamiento de los rivales, la mala suerte del sorteo de los partidos, el clima, o cualquier otra cosa, con tal de no hacerse cargo de lo sucedido;  pero también habrá otros que tomarán conciencia de sí mismos y entrarán en profundos cuestionamientos acerca de cómo se prepararon, de lo que debieron atender y descuidaron, de las decisiones erradas que afectaron sus desempeños y del dolor del tiempo perdido que no puede ser recuperado.

De algún modo, también nosotros estamos jugando un campeonato trascendente, en el que cada partido se juega en nuestro modo de vivir, de accionar, de habitar diariamente. Ahora, ¿de qué serviría para los atletas afrontar la competencia con una actitud parecida a quienes dicen: “Comamos y bebamos, porque mañana moriremos” (1 Corintios 15:32).

Eso sería una locura, porque iría en contra del propósito que se persigue, porque el resultado dependerá de lo que vayan haciendo día a día en función de él.

Dios nos hace saber que no somos un objeto de la casualidad ni estamos para pasar por el mundo de manera intrascendente, sino que él nos creó, y lo hizo para que cumplamos con un propósito que se desarrolla aquí y tiene consecuencias eternas.

Dice la Biblia en palabras del apóstol Pablo que «…somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica» (Efesios 2.10). Por esto es que nos recomienda, tal como un gran director técnico: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.” (Colosenses 3:23-24)

¿Cómo crees que será el resultado de tu propio campeonato?… ¿cómo te verás en retrospectiva cuando llegue el final?… Esta pregunta no es para que nos angustiemos, sino para reconozcamos que aún no es tarde para ajustar nuestro rumbo, aunque nuestro pasado y nuestras circunstancias nos hagan creer que “ya está todo jugado”.

El mismo apóstol nos cuenta acerca de su propia experiencia: _“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.” (Filipenses 3.13-14)

Que Dios nos aliente a afirmarnos en el camino de sus propósitos para alcanzar la corona que nos tiene preparada.

Te mando un fuerte abrazo.

Sergio