En esta semana, y más precisamente el día 20 de Julio, se celebra en Argentina (y en otras decenas de países) el “Día del Amigo”. Pensaba en ¡cuán valiosa es la buena amistad!…

Obviamente que hay diferentes tipos o niveles de amistad o de amigos.

Están los de la infancia, los del barrio, los de la escuela o la facultad, los del trabajo, los de la vida, los amigos que nos acompañaron antes, los que están hoy y los que estarán siempre. La buena amistad nos enriquece, y a su paso, va dejando huellas siempre gratas y enriquecedoras.

Seguramente ya sabes que esta fecha coincide con el día en que el astronauta Neil Armstrong, comandante de la misión Apolo XI de la NASA, protagonizó el primer alunizaje del ser humano sobre la superficie de nuestro satélite, y fue instalada por la insistencia del Dr Enrique Febbraro, un argentino, odontólogo y profesor de filosofía e historia, quien se sentía inquieto al ver que había días de celebración para muchas cosas (padres, madres, niños, enamorados, profesionales, etc.) pero no había un día especial para algo tan significativo en la vida de las personas como lo es la amistad.

Él mismo reveló en un reportaje que mientras veía la transmisión de la llegada del hombre a la luna (el 20 de julio del año 1969) escuchó decir al locutor: “el alunizaje del módulo lunar es un ‘gesto de amistad’ de la humanidad para con el universo”. El Dr. Febbraro cuenta que inmediatamente se dijo para sí: “¡Ya está! …hoy es el día”.

Me pareció muy bella esta representación poética del alunizaje como “gesto de amistad entre la humanidad con el universo”, pero mientras leí este reportaje recordé que hubo alguien que hizo un viaje aún mayor, y mucho más trascendente. Me refiero a Jesucristo, quien vino al mundo con el propósito central de “recomponer la amistad entre la humanidad y ‘el Creador’ del universo».

La manifestación de su amistad no tiene precedentes, ni se parece a la de ningún otro amigo sobre la tierra. Su acción incomparable radica en que dejó su lugar de gloria para realizar el mayor acto de amistad que se haya llevado a cabo en la historia. “Nadie tiene mayor amor que este: que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15.13).

“Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:7-8).

Deseo profundamente que éste sea un tiempo de gozo y afirmación en la amistad con Jesús, quién además nos alienta a que del mismo modo que él lo hizo nos amemos unos a otros. “Éste es mi mandamiento: Ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado” (S. Juan 15:12).

Te mando un abrazo fuerte.

SERGIO