Reflexiones
CAMBIA, TODO CAMBIA…
Reflexiones breves de inicio de semana
Por Sergio Daniel López
Estábamos en la cena familiar de fin de año junto a una parte de mi familia. A eso de las 23:50 horas., alguien preguntó: “¿Qué cambia concretamente dentro de 10 minutos?… No hubo muchas respuestas a esa pregunta ya que, para la mayoría de quienes estaban allí, distraerse con una conversación de carácter filosófico traía el riesgo de no terminar a tiempo con la limpieza de la mesa (llena de restos de comida y platos usados) y la preparación de las copas y los típicos dulces que iban a acompañar el ritual del brindis de las 0.00 horas.
Debo decir que a mí sí me interesó la pregunta; me contactó con esta compleja realidad que es la de saber racionalmente que sólo se trata del pasaje de un día hacia otro (al igual que cada noche de nuestra vida) y al mismo tiempo experimentar de modo muy claro el impacto poderoso que tiene el calendario sobre nuestra experiencia sentida.
Es por esto qué los 31 de diciembre y 1 de enero nos reunimos, celebramos, saludamos, agradecemos, recordamos, soñamos, etc., de una forma diferente a la de cualquier otro momento del año porque nos aparece de modo casi ineludible la conciencia de las secuelas del paso del tiempo (algunas dolorosas e inevitables y otras placenteras y deseables) y de los cambios que éste produce.
Por eso es que nos lanzamos hacia adelante, al nuevo año, con expectativas de cambio, con el deseo de mejores circunstancias y con esperanzas de alcanzar exitosamente nuevas metas.
Me resuenan algunas canciones populares, como “Cambia todo cambia” (de Julio Numhauser) que dice: ‘Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo’; o “Giros” (de Rodolfo “Fito” Páez), que expresa ‘Giros, todo da vueltas como una gran pelota; todo da vueltas casi ni se nota”… ambas apuntan a la realidad de que lo único constante en la experiencia humana es el cambio.
Nuestras circunstancias cambian, nuestras relaciones cambian, nosotros mismos también estamos en proceso constante de cambio, y esta realidad también es parte de nuestra experiencia de fe.
Dice el apóstol Pablo: “Estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva”. (Filipenses 1:6).
Podemos entender que la vida es un proceso que, indefectiblemente, conlleva nuestra propia transformación, y que en esto no está exento el propósito de Dios. Así que, también nosotros podemos afirmar que en este año va a haber cambios en nuestras vidas, porque todavía Dios está trabajando en función de una “buena obra” en vos y en mí. Una obra que tiene como objetivo perfeccionarnos, ayudarnos a acceder a una madurez más plena, afirmarnos en nuestra comunión e identificación con Jesucristo, y que SE SUSTENTA EN SU PROFUNDO AMOR Y SU ETERNA MISERICORDIA (¡y esto sí es constante y no cambia!).
Dice David en el Salmo 138:8 que “El SEÑOR llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh SEÑOR, permanece para siempre.”
Que cada día podamos afirmarnos en la certeza de que el amor y la misericordia de Dios en favor de nosotros estará presente en todo lo sorpresivo, novedosos y cambiante de lo por venir.
Te mando un fuerte abrazo.
Sergio Daniel López